El legislador Guillermo Monzani (Hacemos Neuquén) presentó un proyecto de ley para que en un término de seis años la provincia alcance el vertido cero de efluentes y líquidos cloacales a ríos, lagos, humedales y cursos de agua. Así lo dispone al crear un régimen progresivo de saneamiento que deberá relevar el EPAS y que abarca tanto al vertido que efectúan las plantas de tratamiento como el que realizan las industrias locales.
En ese sentido, la iniciativa destaca que cualquier instalación que vuelque efluentes deberá presentar un plan de reducción que culmine con un “Vertido 0” para el 1ro de enero del año 2030, contemplando tanto el reciclado como la reutilización de los mismos. Aclara que en caso de incumplimiento, la autoridad de aplicación podrá multar o clausurar el emprendimiento o exigir, mediante título ejecutivo, la devolución del costo que demande la restauración de zonas afectadas. Para ello dispone que oficiará de autoridad de aplicación la Subsecretaría de Recursos Hídricos
De igual modo, la normativa establece que el Ente de Agua y Saneamiento tendrá que relevar el funcionamiento de las plantas de tratamientos y especificar los sistemas y la tecnología que utilizan. Aclara que en aquellas dependencias cuya operación recaiga en personal de entes municipales, los agentes responsables deberán formar parte de las tareas de relevamiento.
Destaca en sus fundamentos que el proyecto tiene por objeto prohibir el vertido o la descarga de efluentes y líquidos cloacales e industriales directa o indirectamente a los cursos de agua, lagos, lagunas, acuíferos, humedales y, principalmente, a los cursos y espejos de agua que integran las cuencas de los ríos Limay, Neuquén y Río Negro.
Observa que la intención es poder generar un mecanismo progresivo que impulse también el reciclado y su reutilización, instancias que colaboran en la recomposición de un ecosistema dañado.
El proyecto (17058) ingresó por Mesa de Entradas el 16 de septiembre.