En el marco del debate sobre el futuro Código Procesal de Familia, la Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia de Neuquén presentó sus aportes para la nueva redacción. Así lo hizo al presentar hoy ante la subcomisión de Familia encargada del proceso de reforma.
En la ocasión, jueces y juezas del fuero de Familia propusieron establecer ejes referidos a conciliación prejudicial, territorialidad y sostuvieron la importancia de contar con juzgados especializados en violencia. De igual modo, establecieron como prioritario dotar a los juzgados con jueces especializados en la materia e incorporar equipos interdisciplinarios que asistan al magistrado en cada actuación.
Al hablar, la jueza Eliana Forbetil calificó como prioritario la necesidad de contar con jueces especializados en derecho de Familia, perspectiva de género e infancia. Pidió que el fuero disponga de salas especializadas en la temática y que cada juzgado cuente con un equipo interdisciplinario propio que trabaje en conjunto con cada juez.
“El fuero de familia es uno de los más cercanos a la vida de las personas. Se deciden cuestiones que afectan profundamente los vínculos familiares”, evidenció la magistrada al remarcar que en la actualidad la respuesta a las familias debe ser de tipo interdisciplinaria, “sin perjuicio de que la decisión jurídica recaiga en el propio juez”, aclaró.
A la vez, Forbetil se pronunció en contra de “abrir un proceso a prueba”, tal como lo estipula el anteproyecto en debate, al observar que su implementación derivaría en dilaciones innecesarias y generaría situaciones de revictimización entre las víctimas. “Vemos la posibilidad de mantener la ley actual y diseñar un proceso sumarísimo”, afirmó. En ese sentido, pidió evitar la introducción de planteos inconducentes e innecesarios en materia de prueba y se pronunció a favor de establecer plazos probatorios “razonables”.
En otro orden, la magistrada propuso una regulación específica para poder contar con una etapa de vinculación previa en procesos de adopción y también consideró necesario delimitar el rol que debe asumir la Defensoría de los niños, niñas y adolescentes. De igual modo, destacó la importancia de revalidar la figura del Abogado del Niño. Así lo expresó al señalar que se trata de una defensa técnica que tiene como correlato ser “la voz del niño en el proceso”.
Al finalizar su exposición, Forbetil reivindicó la necesidad de implementar recursos y metodologías de tipo no adversariales para evitar la acumulación de causas en el fuero de Familia. Sobre este punto, dijo que tanto la mediación como los programas de coparentalidad deben utilizarse en etapas previas y también con posterioridad a una sentencia.
Una de las propuestas presentadas es la implementación de un modelo de conciliación prejudicial -en reemplazo de la mediación prejudicial obligatoria-, conducido por profesionales con formación jurídica, que apuntará a orientar el diálogo, acordar convenciones probatorias y podrá abarcar también casos con denuncias por violencia familiar, con los resguardos necesarios.
En ese marco, el juez de Familia Luciano Speroni puso en valor la experiencia de la Unidad de Audiencias de Neuquén capital que, en 2024, absorbió 2700 causas, de las cuales 2250 cumplieron función de audiencia preliminar y en 1772 participaron ambas partes, consolidando acuerdos totales o parciales en el 64% de los casos. El magistrado resaltó que la gestión de denuncias bajo esa modalidad contribuyó a descomprimir los juzgados.
Asimismo, su colega Jorge Sepúlveda propuso abrir el debate para la creación de juzgados especializados en violencia, en función de la complejidad y la carga que ese tipo de causas representan sobre la agenda del fuero y planteó la necesidad de un seguimiento más estricto de las medidas de protección. También sugirió incorporar el principio de territorialidad como criterio rector para “sacar al juez del despacho” y acercar respuestas en barrios y localidades con mayores barreras geográficas y socioeconómicas.
En tanto, la jueza Natalia Machado explicó que otro de los ejes trabajados es la jerarquización del rol del Registro Único de Adopciones (RUA) y la descentralización con delegaciones en las circunscripciones del interior para acercar el servicio a todos los rincones de la provincia. De igual modo, planteó dotar al fuero de un sistema recursivo propio, adecuado a la especificidad de materias como adoptabilidad, y sostener la intervención de un comité de bioética.
Los magistrados y magistradas subrayaron que el enfoque propuesto no implica “multiplicar estructuras” sino que solo llegue a sede judicial lo que deba judicializarse, favorecer la oralidad y la inmediación en audiencias, y consolidar una justicia de familia más ágil, accesible y efectiva para las personas.
Neuquén, 1° de septiembre de 2025.