El bloque del MPN presentó un proyecto para declarar a la ruta provincial 23 como “Ruta Escénica de Interés Turístico, Ambiental y Cultural” por el paisaje que acompaña al camino y su valor turístico, comercial y cultural.
En ese marco, el Poder Ejecutivo promoverá la preservación ambiental del corredor, la señalización interpretativa de sus atractivos naturales y culturales y el diseño de estrategias turísticas sustentables e inclusivas. Este último deberá trabajarse en forma articulada con municipios, comisiones de fomento, comunidades originarias y locales.
La ruta en cuestión presenta un valor único en tanto su recorrido, de punta a punta, permite disfrutar de paisajes, de la naturaleza cordillerana y del acceso a pequeñas comunidades, en su mayoría originarias, y a Chile por cualquiera de los tres pasos fronterizos a los que se llega por esta ruta. Todo ello forma parte de la identidad y el patrimonio cultural de la región por lo que constituye “una arteria clave” en la identidad neuquina.
Ubicada en el oeste de la provincia, con un total de 188 kilómetros, comienza en la intersección con la ruta nacional 242 -en Pino Hachado- y finaliza en el empalme con la 40, en Junín de los Andes. A lo largo de su recorrido, se pueden apreciar los bosques de araucarias y las montañas cordilleranas, lo que la posiciona como una de las rutas más destacadas para el turismo de naturaleza y ecoturismo en la región.
Además de su impacto visual y natural, la ruta provincial 23 desempeña un rol fundamental como vía de conexión internacional, ya que permite el acceso a varios pasos fronterizos de gran relevancia, como el Pino Hachado, Icalma y Mamuil Malal.
El proyecto de ley (17593) ingresó por Mesa de Entradas el 22 de abril firmado por Gabriel Alamo, Daniela Rucci, Patricia Fernández, Cielubi Obreque, Ludmila Gaitán, Gerardo Gutiérrez, Juan Sepúlveda, Claudio Domínguez, Paola Cabeza, Ramón Fernández (MPN) y Claudio Monzani (Fuerza Libertaria).